_¿No ha llegado la Voladora? -Preguntó el teniente de la garita a uno de los guardias que se ocupaba del despacho aduanal de las canoas.
_No ha llegado todavía; ya sabe usted que siempre amarra en el toldo doña Cecilia su asta con su bandera roja; es la única que lo hace, y los Trujanos le hacen burla. Toda la fila de canoas que ve usted allá, son de los Trujanos, que han comprado la cosecha de cebada de la hacienda de Chapingo. ¿Por qué preguntada mi teniente, por la Voladora?
_Porque he tenido denuncia de que debajo de las arcinas de paja que debe traer como única carga, encontraremos un contrabando de aguardiente. Mucho cuidado, y avísame cuando llegue esa canoa.
El teniente de la garita acababa de decir estas palabras, cuando fue detenido por una persona que se apeaba de su caballo, dejándolo al cuidado de un criado que le seguía.
_¡Señor licenciado! ¿Qué vientos lo traen a usted por aquí? _dijo el teniente, tendiéndole la mano.
_En efecto, hace como dos meses que pasé por la garita, pero no le encontré a usted _le contestó el caballero, estrechándole la mano. _Ya sabe usted que siempre entro al despacho a saludarlo y a molestarlo también; pero ¿qué quiere usted? ¡para eso son los amigos!
_Quisiera que me prestara a uno de sus guardas para que acompañase a mi criado a Chalco con los caballos; podrán ir poco a poco y esperarme mañana allá en el embarcadero; estarán frescos, y sin fatigarlos podré llegar a la tardecita a Ameca.
_Los que usted quiera, y acabado el despacho de las canoas estará listo Pedro Contreras, a quien ya conoce usted y puede darle sus instrucciones; pero, seré curioso; supongo que es el mismo asunto que obliga a hacer usted tantos viajes a Chalco y Ameca.
_El mismo, amigo mío, el mismo. Dice el refrán que quien por fía mata venado. Verdad es que yo no he matado en años, pero a porfiado nadie me gana, y tarde o temprano he de matar este venado, que es grandote y gordo. Creo que antes de dos meses estaré en posesión de muchas haciendas y de todo ese volcán que vemos desde aquí, si no es que entra también en el negocio el Ixtaccíhuatl.
Manuel Payno (mexicano, 1816-1897)
En el texto se dice: ¡Qué vientos lo traen a usted por aquí? Esto significa que ....
Muy muy buenos estos ejercicios
Un poco difícil pero cuando ponemos atención es fácil
Sencillo, si estudias.